Solicitar un nuevo crédito hipotecario o refinanciar?
Vamos a ir directamente al punto, ¿Solicitar un nuevo crédito o refinanciar? cuando solicitamos refinanciar una hipoteca estamos buscando pagar un préstamo ya existente y reemplazarlo por uno que nos ofrezca mejores condiciones de pago.
Cuando por el contrario buscamos obtener una nueva hipoteca, estamos asumiendo un mayor riesgo, ya que agregamos otro pago mensual a nuestro presupuesto. Además, está nueva hipoteca debe pasar por todo el proceso engorroso para obtenerla con todas los requisitos, verificaciones y el papeleo requerido que hizo cuando se obtuvo la primera.
A todas luces puede notarse que este no es nuestro camino más viable y que no vamos a insistir en él. Existen muchas razones que se pueden señalar por las que es preferible refinanciar una hipoteca:
- Obtención de una tasa de interés más baja
- Acortar el plazo de la hipoteca
- Pasar una hipoteca de tasa variable a una hipoteca de tasa fija o viceversa
- Obtener capital de su vivienda para financiar una compra grande
- Consolidar deuda.
Cuando solicitamos una refinanciar nuestra hipoteca, esto puede costar entre el 3% y el 6% del capital del refinanciamiento, tal cual sucedió con nuestra hipoteca original, requerirá una evaluación, una verificación de documentos y costear las tarifas y ese es el momento apropiado para determinar si solicitar el refinanciamiento es una decisión financiera inteligente para nuestro presupuesto.
Pero insistiendo en nuestro planteamiento principal, refinanciar siempre será una mejor opción que adquirir una 2da hipoteca. ¿En que nos beneficia refinanciar?
Asegurar una tasa de interés más baja:
La regla de oro es que cuando se busque un refinanciamiento hay que buscar reducir la tasa de interés por lo menos en un 2%. Aunque según los expertos, el lograr bajar 1% es un suficiente incentivo para refinanciar.
La reducción de la tasa de interés nos ayuda ahorrar dinero, pero también aumenta la tasa del pago del capital de la hipoteca, pudiendo disminuir el monto del pago mensual.
Acortar el plazo de la hipoteca:
Cuando las tasas de interés bajan, los dueños de viviendas hipotecadas tienen a menudo la oportunidad de refinanciar su hipoteca por otra hipoteca que, sin muchos cambios en el pago mensual, puede dar un plazo significativamente más corto.
Convertir una hipoteca de tasa variable a tasa fija o viceversa:
Cuando se tiene una hipoteca a tasa variable, hay momentos en que la ARM hace que paguemos cuotas más bajas, pero la tasa variable puede hacer que por ajustes periódicos paguemos tasas más altas que se traducen en cuotas más altas, muy distinto a lo que sucede cuando se tiene una hipoteca a una tasa fija.
El cambio de una hipoteca de tasa fija a una variable solo es favorable cuando las tasas de interés se muestran en franco descenso, por lo que las ARM dan como resultado tasas decrecientes y cuotas más pequeñas.
Obtener capital por su vivienda:
Hay muchos dueños de vivienda que deciden refinanciar su hipoteca para cubrir algunos gastos principales, como remodelar la vivienda, lo cual justifica la refinanciación ya que la remodelación agrega valor a la propiedad y el interés de la refinanciación es deducible de impuestos.
Consolidar deuda:
El refinanciar nuestra hipoteca puede ser un gran movimiento financiero si logramos reducir el pago de la deuda, acortar su plazo o si nos ayuda a acumular capital más rápidamente.
Cuando usamos el refinanciamiento con prudencia, puede convertirse en una herramienta valiosa para consolidar nuestra deuda.
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